domingo, 9 de noviembre de 2008

Satisfacciones

Tener un blog que no contemple las ganancias económicas ni abrace pretensiones demasiado altas puede no provocar suspiros a mis amigos materialistas y empíricos, pero como su número se acerca al cero, poco me importan sus quejas.

Puedo enumerar algunas pocas satisfacciones que justifican su supervivencia aún en las condiciones más adversas: he conocido a las personas más interesantes y/o diabólicas que me pude imaginar y compartí mis caprichos seudo-artísticos con gente muy de mi devoción en las ramas más impensadas y menos logradas (fotografía, dibujo, letras)...

Sin embargo no existe alegría mayor cuando veo que algún alma compatible vislumbra en mi humilde producción algún valor susceptible de ser enunciado. Ayer mismo me emocioné de ver una imagen mía en un sitio que visito seguido. A manera de reconocimiento (por otro lado innecesario e inútil) pero por sobre todo de puro contento les dejo la foto y el enlace.

 

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