Artificios

Una chispa, un momento fugaz, otro dibujo en el aire
la huella de que pasamos se borra con el viento
como ver de cada uno el gesto casual que creemos definitivo
...
Un gran montaje para un pobre escenario
el salto mortal irrepetible que nadie verá
la irresistible frase de amor que sólo al aire enamora
...
y nosotros, firmando sobre el agua
el porqué de nuestro sacrificio,
nuestra declaración de principios,
jurando que no fuimos lo que no quisimos,
testando para el mundo un legado incalculable
somos sólo el humo de esa chispa que ya se apagó.

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Postales de Salta

Una ciudad que lucha por mantener su identidad. ¿O es acaso una mentira?
¿Su belleza es su memoria? ¿O es su negocio imitarse?
Si es una ilusión, si estoy embrujado, si he caído preso de esa Salta tan linda ¿Me conviene despertar?
Alguien que conozca su verdadero espíritu, por favor que me conteste.

Atardecer sobre la ciudad, desde el Cerro San Bernardo

Casa de Hernández, 1780

Cruz en la cima del cerro San Bernardo

Cabildo Histórico, 1780

El cielo y viceversa

Casa Arias Rengel, s. XVIII, vista a través de un hueco en la puerta

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Spinetta Pan

"Alguna vez querida mía, te pregunté por un rayo que viste en la avenida. Hoy vi uno igual, aunque es mejor, y presiento que el tiempo nos mira.
Y al esperar, cuando ya no estás nena, veo que me cae el mundo a mí, y no sé si al entender encierro tu alma con mi dulce atención eterna.
Había una vez un gran jardín, un día claro, y escuchábamos historias que contaban los niños.
Acércate sin acercarte, como un puente que salte la distancia.
Y al esperar, cuando ya no estás nena, veo que me cae el mundo a mí, y no sé si al entender me libro del cielo y de la esperanza sinfín.
Solo un momento en esta incertidumbre, y tu flor que me enceguece como la nieve.
Un río sin tregua que se lleva hacia el mar el lucero de aquellos seres perdidos que han de seguir, como la vida, han de seguir.
Desanda el día para encontrarnos, pregúntate por las luces que viste en la avenida.
Y no sé si al entender encierro tu alma con mi dulce atención eterna.
Prepárate que el anochecer se hace aliado de todas nuestras heridas, descálzate ya con tu soledad y que las horas no atrapen tus alegrías que han de seguir, como la vida, han de seguir.
E inventa un Dios para saber, inventa algo que contemple toda la necesidad.
Y al esperar cuando ya no estás nena, veo que me cae el mundo a mí, y es que además te agarraste el sol y no sé si al entender me libro del cielo y de aquella canción sin fin."

"Sinfín" letra: Roberto Mouro y Luis Alberto Spinetta

Fotos: Teatro Alberdi, Tucumán, 1 de noviembre de 2006

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Al rescate del graffitti

Han visto alguna vez estos tatuajes de pared? Hijos del arte, de la bronca contenida? Expresión de un sentimiento popular, o voz de la minoría acallada que no encuentra otro forma de gritar lo que piensa?
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Tienen en común que fueron hechos con un propósito. Hacer reír, marcar un territorio, protestar (como el aviso "ojo: gato" en la casa de gobierno), perpetuar la belleza de la juventud, como la chica en una pared de San Salvador de Jujuy. Pero son efímeros, al menos son vulnerables a la pintura, al desgaste o al empapelado con afiches tan corriente en nuestra ciudad.
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Pero es posible otra definición de esta palabra. Pensar que dejamos una huella en cada cosa que hacemos -o que dejamos de hacer-, que cada acto nuestro es un graffitti, cada palabra, cada gesto, es un dibujo en una pared. Pero una pared que no se caerá nunca, que nunca más volverá a ser pintada...
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Todo esto es para decir que el abrazo aquel que no me diste es un mancha en mi recuerdo que no se borrará jamás.

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Sacrificio y Rock & Roll

Cerrando el tema del recital de Intoxicados, y a pedido de ciertos amigos, subo algunas fotos de chicas.
Mensaje para la chica de verde: todo bien, pero los hombros me quedaron a la miseria...
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Se agradece cualquier comentario.

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Fotoperiodismo

La verdad sobre estas fotos es la siguiente: me pareció, mientras las sacaba, que era algo importante, incluso llegué a pensar en venderlas a La Gaceta (!). Me conformé con mandárselas por mail y ver qué pasaba.
Al otro día me levanté temprano y vi la nota sobre el choque, chiquita y con una foto de morondanga que encima no era la mía. Un bajón. Ni siquiera me contestaron el mail. No compro más la gaceta (ahora con minúsculas).
Adiós a mi sueño de ser fotoperiodista.

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Intoxicados en Floresta

Para tomar estas fotos dejé parte de mí entre la valla (metálica, muy dura) y dos toneladas de materia humana (más bien indefinible). Todavía me duele donde tenía costillas.
Y la verdad que no me salieron tan bien como quería, había mucho humo y no parábamos de caminar unos sobre otros...
Así que me fui para atrás y me divertí sacando fotos a las chicas.
...
Después de caminar cinco cuadras bajo la lluvia, llegó el camión de la coca, y nos fuimos para casa.

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