lunes, 11 de diciembre de 2006

Fotoperiodismo

La verdad sobre estas fotos es la siguiente: me pareció, mientras las sacaba, que era algo importante, incluso llegué a pensar en venderlas a La Gaceta (!). Me conformé con mandárselas por mail y ver qué pasaba.
Al otro día me levanté temprano y vi la nota sobre el choque, chiquita y con una foto de morondanga que encima no era la mía. Un bajón. Ni siquiera me contestaron el mail. No compro más la gaceta (ahora con minúsculas).
Adiós a mi sueño de ser fotoperiodista.





2 comentarios:

Anónimo dijo...

para ser fotoperiodista estaría bueno que consiguieras el email o al menos el nombre de alguno de los periodistas de La Gaceta, así le enviás tus imágenes a una cuenta personal. Llama más la atención de esa manera.

Igual está bueno usar el blog para eso :) Pero falta sangre en las fotos.

palermi dijo...

ufff ta loco, parece que habia gente en ese momento en la esquina!